Así que acabas de tener un tratamiento láser y estás deseando lucir un rostro impecable. Pero antes de empezar a presumir de cara nueva, hay que tener en cuenta algunos consejos importantes sobre los cuidados posteriores. Para asegurarte de que obtienes los mejores resultados, aquí tienes los principales errores que debes evitar después del tratamiento con láser.
El bajón de la crema solar: No te saltes el FPS
La primera y más importante regla del láser rejuvenecimiento cutáneo es proteger la piel del sol. Después de un tratamiento con láser, la piel está más sensible y vulnerable a los daños causados por los rayos UV. Saltarse la protección solar es como dejar la puerta abierta de par en par a las quemaduras solares, la pigmentación y otros problemas cutáneos.
Para evitarlo, haz de la protección solar tu mejor aliada. Elige una de amplio espectro, FPS 30 o superior, y aplícatela todas las mañanas, aunque esté nublado o vayas a estar en casa. Vuélvelo a aplicar cada dos horas si pasas tiempo al aire libre. Recuerda que tu piel se está curando y necesita toda la protección posible. No dejes que un simple descuido con el protector solar arruine tus resultados.
Manos fuera Sin hurgar, frotar ni pinchar
Es tentador tocarse la piel después de un tratamiento con láser, sobre todo si la nota diferente o nota descamación. Pero, ¡resiste la tentación! Rascarse o tocarse la piel puede provocar irritaciones, infecciones o incluso cicatrices. La piel necesita tiempo para cicatrizar, y la mejor forma de favorecer ese proceso es no tocarla.
En lugar de frotar o exfoliar, deja que tu piel se desprenda de forma natural. Si sientes la necesidad de limpiarte la cara, utiliza un limpiador suave y sécate con palmaditas suaves. La clave es ser lo más suave posible. Tu piel ha sufrido mucho, y lo último que necesita es un tratamiento más agresivo.
Hidratar, no marinar: El equilibrio en el cuidado de la piel tras el láser
La hidratación es esencial después del tratamiento con láser, pero es importante no excederse. Demasiada hidratación puede obstruir los poros e impedir que la piel respire. Por otro lado, una hidratación insuficiente puede dejar la piel seca e incómoda. ¿Cómo encontrar el equilibrio adecuado?
Empieza con una crema hidratante ligera, no comedogénica, sin fragancias ni productos químicos agresivos. Aplícate una fina capa dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. Si nota la piel seca a lo largo del día, puede añadir un poco más, pero evite aplicársela en exceso. El objetivo es mantener la piel hidratada sin sofocarla. Recuerda que tu piel aún está cicatrizando y debes crear un entorno en el que pueda respirar y recuperarse de forma natural.
Los resultados impecables comienzan con un tratamiento postratamiento inteligente
Los tratamientos con láser pueden hacer maravillas en la piel, pero la verdadera magia se produce durante la fase de postratamiento. Si evitas estos errores comunes (saltarse el SPF, rascarse o restregarse la piel e hidratarse en exceso), le darás a tu piel la mejor oportunidad de curarse.
Siga estos consejos, trate su piel con delicadeza y disfrute de los resultados luminosos e impecables con los que siempre ha soñado.